Factores predisponentes en la presentación de SRAM en población esencial (1/2): Población geriátrica
- community344
- hace 5 días
- 3 Min. de lectura
Las sospechas de reacción adversa a medicamentos (SRAM) son aquellas manifestaciones clínicas o de laboratorio no deseadas que ocurran después de la administración de uno o más medicamentos. Algunos ejemplos frecuentes son sedación excesiva, confusión, alucinaciones, caídas y sangrado.
En las personas mayores a 65 años no hospitalizadas, se identifican reacciones adversas con una frecuencia de alrededor de 50 eventos por cada 1,000 personas al año. La tasa de hospitalización secundaria a estas reacciones es 4 veces mayor en los ancianos (alrededor del 17%) que en los más jóvenes (4%). Y el 66% de estas hospitalizaciones en adultos mayores se deben a 4 tipos de medicamentos: warfarina, insulina, medicamentos antiplaquetarios orales y medicamentos hipoglucemiantes orales.

Cualquier paciente puede presentar reacciones adversas a los medicamentos, pero algunas características de los ancianos (Población Geriátrica) los hacen más susceptibles, por ejemplo:
A medida que se envejece disminuye la cantidad total de agua del organismo y aumenta la cantidad de tejido adiposo. Así, en las personas mayores, los medicamentos hidrosolubles (se disuelven en agua) alcanzan concentraciones más altas porque existe menos cantidad de agua para que se diluyan. Por otro lado, los fármacos liposolubles (se disuelven en grasa) tienden a acumularse debido al aumento relativo de tejido graso que favorece su almacenamiento.
Cuando las personas envejecen, los riñones son menos eficaces en la excreción de fármacos a través de la orina, y la capacidad del hígado para descomponer (metabolizar) la mayoría de los fármacos también es menor. Por lo tanto, los fármacos se eliminan con mayor dificultad del organismo.
Comorbilidad y polifarmacia: En esta población predomina la presencia de un gran número de enfermedades crónicas (comorbilidad), aproximadamente el 36% de los adultos mayores tienen más de tres enfermedades crónicas, lo que hace necesario emplear un alto número de medicamentos durante largos periodos de tiempo, lo que se denomina polifarmacia o polimedicación y que puede dar lugar a tener más reacciones adversas a medicamentos.
El fallo a la adherencia terapéutica en los pacientes adultos mayores es un componente muy importante, pues incrementa la probabilidad de fracaso terapéutico, de complicaciones innecesarias, de discapacidad y de muerte. Entre las muchas razones para incumplir el tratamiento farmacológico, el olvido es la más habitual.
¿Sabías que...?
Hasta un 50% de las personas de edad avanzada no toman los medicamentos según las indicaciones de su médico y son más susceptibles a presentar reacciones adversas con los medicamentos. No obstante, se estima que estos pueden prevenirse en al menos el 25% de los adultos mayores.

Para reducir el riesgo de reacciones adversas de los medicamentos en los ancianos, el médico debe seguir las siguientes pautas antes de iniciar un nuevo medicamento:
Considerar un tratamiento no farmacológico
Discutir los objetivos de la atención con el paciente y/o los cuidadores y establecer un lapso de tiempo en el que se espera que aparezca el beneficio de la terapia con medicamentos
Evaluar la indicación de cada nuevo medicamento (para evitar el uso de medicamentos innecesarios)
Considerar los cambios en el metabolismo relacionados con la edad y su efecto sobre los requerimientos de dosis
Elegir el tratamiento medicamentoso más seguro posible para la indicación
Controlar posibles interacciones entre distintos medicamentos, y entre medicamentos y enfermedades
Comenzar con la dosis efectiva más baja
Usar la mínima cantidad de medicamentos necesarios
Identificar enfermedades coexistentes y su probabilidad de contribuir a reacciones adversas de los medicamentos
Explicar la utilidad y las reacciones adversas de cada medicamento
Proporcionarles a los pacientes instrucciones claras para tomar los medicamentos (incluyendo los nombres genéricos y comerciales de los medicamentos, deletreo de cada medicamento, indicaciones de cada medicamento y explicación de las fórmulas que contienen más de un medicamento) y explicar durante cuánto tiempo será necesario tomarlos. Prever confusiones entre medicamentos con nombres similares y destacar los nombres que puedan generar confusión (por ejemplo, nifedipino-nimodipino).
Si después de consumir un medicamento presentas algún malestar, busca atención médica y reporta los acontecimientos a la unidad de farmacovigilancia
Farmacéutica Hispanoamericana – Unidad de Farmacovigilancia
Blvd. Miguel de Cervantes Saavedra 259, Granada, Miguel Hidalgo, 11520, Ciudad de México, México.
(55) 55 45 45 06, Ext. 161
55 8045 8512